martes, 12 de diciembre de 2017

Insomnio

Llegué al Punto de insomnio en el que me encuentro contando las horas que dormiría, si llegaría a hacerlo.
Ya me fumé todos los malditos cigarrillos que tenía y no hay nada interesante en la televisión. Aunque ésta está parloteando y enviando rayos por toda la puta habitación.
Estoy al borde de la nada, al borde de mí mismo y de mí cordura. Cómo deseo poder ir al médico y que ese idiota me mire y me diga: "Bueno, señor Rivas, tómese unas cuantas pastillas de estas y duérmase una semana o un mes o lo que se le cante el orto..."
Está bien que no me llames, que no me hables o que no me escribas. Quisiera dormir. Descansar mí mente yéndome lejos, poniéndome alas para volar como esos pájaros que flotan en el aire, esos que están allá bien arriba, como si la vida en la tierra no les importa o le es demasiado insignificante.
Estoy sin dormir, hace ya bastante tiempo; tengo la sensación de mierda que no lo voy a hacer más, que dormir es ese lujo que tienen otros, un poco más tranquilos o sin problemas. Te odio, sabes? Por qué sé que estás durmiendo en tu cómoda cama llena de mentiras o de cosas o de mierda. Cómo deseo esas pastillas...
Son momentos duros y mientras meo en este baño sucio, en este mundo asqueroso solo deseo una cosa; una cerveza.