miércoles, 30 de marzo de 2022

Camino de sangre

 El gusto a sangre y vomito se habían vuelto insoportables, mis manos también estaban cubiertas de sangre, parece que los cortes son profundos, estoy algo mareado pero sé que debo seguir caminando, no me agrada mucho la idea de quedarme tirado en la calle, teñido de rojo y lleno de moscas.

Necesito algo, aún no sé qué, pero es común en estas situaciones necesitar algo o tener un último deseo, el tema es que no se me ocurre nada, tengo la mente algo dispersa, algo ida; aunque en realidad no quiero nada. No hay nada que me haga falta, ya sea decir unas últimas palabras o llamar a alguien... no, nada de eso, ¿para qué lo haría? Mis huesos se blanquearan en un par de años, las personas que llorarán, luego reirán olvidando hasta del sonido de mi voz, y al igual que algún terrible asesino o un maldito ladrón pasan a convertirse en hermosas personas después de muertos, yo ganaré el olvido.

Te confieso que extraño sus besos...

Me duele la cabeza y el cigarrillo en mi mano empeora mi mareo. Los pasos se me acortan, parece que estoy escalando la montaña más alta y empinada y la sed me invade, es un momento horrible.Por suerte, podré dejar de preocuparme en mi incipiente calvicie o en mis terribles dolores de estomago, eso es un alivio. El mal estar o los malos días, van a dejar de asomarse por mi ventana, eso es un gran alivio.

Extraño su mirada y sus hermosos rulos color miel, desearía poder volver a verlos...


El sol está saliendo, en su carruaje dorado, arrebatando estas estancias oscuras a la noche. Las manchas de roja sangre, de un rojo oscuro de un rojo brillante, van formando un camino que se pierde  por la vereda, hasta donde me alcanza la vista. Un cielo negro va dando lugar a un cielo rosa, los árboles cantan la canción de un viento fresco, los verdes se aclaran. Mis pies se bambolean , siento que peso una tonelada, no quiero caer en este sitio. Hago un esfuerzo titánico y las últimas cuadras las recorro casi corriendo. Me queda poco tiempo y también pocas luces en mi cabeza. Sigo pensando en vos, en tus pequeños ojitos y en cuanto te amo, aunque casi no te recuerde, pero te amo.

Al fin llego a casa, mi vista se apaga, el dolor por suerte se va, pero vos no...

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