martes, 24 de octubre de 2017

El campo, mi cama y el silencio

I

Tu pelo color
miel
Jugaba con las mariposas
mientras tus manos
pequeñas
acariciaban sueños
los atrapaban y los
hacían volar.
Nos encontramos
y el abrazo se hizo
eterno,
de esos que casi rozan las estrellas
y perfuman
los campos.
No puedo decir que
no te amaba
o que todo ese infierno
a mi alrededor terminaba
con tu sonrisa.
Ingenuo sería
negarlo. Pero
como todo,
se terminó. Como el fuego
que se apaga.
Yo sabía que tus pensamientos
ya no eran para mi
sino que los tenías
lejos
en otros lugares y con otro hombre.
A él le dedicaste poemas, frases y
tus deseos
a mi me dedicaste olvido.

II

¿Podría ser capaz de cambiar?
No me digas que todo puede ser peor,
cada vez que nos
miramos
terminamos besándonos
si, ya lo sé,
soy ese mismo idiota que te cantaba
al oído.
No pienses que
no lo intento
o que no lo quiero
irme es
siempre una
tentación
pero, ¿sanaran las heridas?
Termino
en el mismo lugar siempre,
acostado en
mi cama
imaginando que el techo
se me cae
y vos no
estas ahí para salvarme.
Y la mirada se nos pierde, se
nos va
¿Pensas que no te extraño?
Obvio que lo hago, pero
no creo que sea lo justo
que sea lo correcto para ambos
debo superar esta abstinencia de vos

III

todos en la calle se chocan,
pero ¿cómo saber lo que
siente esa gente?
estamos todos grises...
¿Y si salgo a buscarte?, las palabras
se me quebrarían al
verte, creo que soy bastante
tonto con mis deseos.
los bares están abiertos
y yo estoy un poco loco
viendote en todos lados.
El silencio va ganando todo, otra vez
El silencio va siendo todo, otra vez

3 comentarios:

  1. No me parece que sos tonto. Es una estrategia verdad ?
    Leí algo y me gustó mucho.

    ResponderBorrar
  2. Jaqueline, muchisimas gracias. Me alegro mucho que te haya gustado. En ciertos momentos lo fui, es parte de la vida creo yo y de haber estado enamorado o creer estarlo.

    ResponderBorrar