Debo confesar
que la lujuria
nos llevó al lugar menos
pensado...
un cementerio
fue escenario del
deseo
entre tumbas y recuerdos.
Era enero y
ella estaba más radiante que el sol
fueron pocas
las palabras
pero los gestos las
miradas decían más
Yo deseaba que ese día
no termine que
nos encapsule en él, pero...
¿cuál es es el sentido de una aventura
si no termina?
En mi cabeza
solo quedan recuerdos
y en la mesa un teléfono
que no suena, en el piso
hay papeles escritos
sin sentido.
Los eneros
Van a pasar
calurosos, horribles,
Y ya no van a ser iguales.
domingo, 9 de septiembre de 2018
Tumbas y recuerdos
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